Queremos reflexionar sobre el uso que los adultos hacemos de las redes sociales y la exposición a la que sometemos a los menores a nuestro cargo.
Es habitual que bajo el título de menores y redes sociales demonicemos el uso indebido que se hace a edades tempranas de las plataformas donde comparten todo tipo de contenidos; pero como “personas responsables” a qué tipo de exposición sometemos a nuestros menores a cargo.
Es habitual compartir en redes imágenes de nuestros hijos. Muchos optan por no mostrar la cara en un intento de preservar su intimidad, otros mantienen un perfil privado (sintiéndose a salvo de miradas no deseadas) y se puede llegar a utilizar las imágenes de los menores en perfiles abiertos con diverso contenido.
Creemos que es necesario reflexionar sobre el mensaje que les transmitimos porque en un futuro estas imágenes pueden crearles incomodidad y generarnos a nosotros problemas de justificación en su exposición al mundo en estas mismas redes.
También deberíamos hacer una reflexión sobre el ejemplo que damos en el día a día; es decir, si nosotros pasamos mucho tiempo con el móvil en redes o buceando sin fin en internet los menores asumen que este comportamiento “es lo normal”.
Antes de reflexionar sobre “el mal uso” que hacen las generaciones a nuestro cargo quizá deberíamos autoexaminarnos.

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