Mujeres con TEA: El silencio que empieza a romperse

¿Que tienen de diferente las mujeres con TEA a los hombres con TEA? ¿Por qué tantas mujeres llegan a la adultez sin saber que tienen autismo? ¿Por qué sus señales pasan desapercibidas durante tanto tiempo? Esta historia, que empieza con preguntas, es la realidad de muchas mujeres con TEA. Mientras el diagnóstico en niños es cada vez más frecuente, ellas siguen siendo invisibles. Pero eso está cambiando. En este artículo vas a descubrir por qué se ha hablado tan poco del autismo en mujeres y qué está empezando a cambiar.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no se ve igual en todos

El TEA es una condición del neurodesarrollo que afecta la manera en la que una persona se comunica, se relaciona con los demás y percibe el mundo. Es un espectro porque no hay una sola forma de vivirlo. Algunas personas tienen muchas dificultades en su día a día, otras logran funcionar de forma más autónoma.

Hasta hace poco, casi todo lo que sabíamos sobre el TEA venía de estudios con niños, sobre todo niños varones. Eso ha dejado fuera de foco a muchas niñas y mujeres que, aunque también son autistas, han sido malinterpretadas, ignoradas o directamente nunca diagnosticadas.

Mujeres con TEA: una realidad oculta

El camuflaje: cuando aprender a encajar oculta la verdadera identidad

Muchas niñas autistas aprenden desde pequeñas a imitar comportamientos sociales. Observan, copian y se esfuerzan por «actuar normal» para evitar el rechazo. Esto se llama camuflaje o enmascaramiento. A veces funciona tan bien que ni sus familias, ni sus profesores, ni ellas mismas notan lo que pasa en realidad.

Pero ese esfuerzo constante tiene un precio: ansiedad, agotamiento, depresión, baja autoestima. Muchas mujeres con TEA no saben que lo son hasta que llegan a una crisis, muchas veces en la adultez.

Diagnósticos erróneos o tardíos

Es muy común que a las mujeres con TEA se les diagnostique antes otros trastornos. Esto sucede porque sus verdaderas dificultades pasan desapercibidas, y porque el modelo de diagnóstico tradicional está basado en síntomas típicos de niños.

Señales de TEA en mujeres que suelen pasar desapercibidas

Cada persona es diferente, pero algunas señales frecuentes en mujeres con TEA incluyen:

  • Hipersensibilidad a sonidos, luces o texturas.
  • Dificultad para hacer amigos, pero deseo profundo de tenerlos.
  • Intereses intensos (a veces sobre temas considerados «normales», como animales, libros o moda).
  • Literalidad: dificultad para entender bromas, dobles sentidos o ironía.
  • Necesidad de rutinas o estructuras claras.
  • Sentirse diferente o fuera de lugar sin saber por qué.

Muchas veces estas características se confunden con timidez, personalidad introvertida o problemas emocionales.

El impacto de no ser diagnosticada

Cuando una mujer con TEA no sabe lo que le pasa, puede vivir años sintiéndose rota o equivocada. Puede pensar que es demasiado sensible, que no sabe relacionarse o que nunca encaja. Esto puede llevar a problemas de salud mental, relaciones conflictivas y dificultades en el trabajo o los estudios.

El diagnóstico no cambia quién es, pero le pone nombre a su experiencia y puede ser un alivio enorme. También abre la puerta a apoyos que antes parecían inaccesibles.

Lo que está cambiando (y lo que aún falta por hacer)

En los últimos años, ha crecido la conciencia sobre el autismo en mujeres. Hay más investigación, más profesionales formados y más testimonios compartidos en redes y libros. Cada vez más mujeres adultas reciben un diagnóstico que da sentido a toda su vida.

Pero aún queda camino por recorrer. Se necesita:

  • Formación específica para profesionales.
  • Herramientas de evaluación adaptadas a mujeres.
  • Espacios de escucha y apoyo post-diagnóstico.
  • Mayor visibilidad de la diversidad dentro del espectro.
MUJERES CON TEA

Bibliografía recomendada:

El cerebro autista: El poder de una mente distinta – Temple Grandin

Pues no se te nota: Camuflaje en autismo, altas capacidades y TDAH – Bea Sánchez

Mujeres y niñas en el espectro autista: Entender las experiencias de la vida desde la primera infancia hasta la vejez – Sarah Hendrickx

Mujeres y autismo: la identidad camuflada – María Merino

Conclusión: romper el silencio, una historia a la vez

Durante mucho tiempo, las mujeres con TEA han estado en silencio. No porque no tuvieran nada que decir, sino porque nadie estaba escuchando. Hoy, ese silencio empieza a romperse. Y al hacerlo, muchas niñas, adolescentes y mujeres están encontrando respuestas, apoyo y una forma de vivir más fiel a quienes son.

Si este artículo te hizo pensar en alguien (o en ti misma), sigue explorando, sigue preguntando. A veces, entender lo que nos pasa empieza con una simple duda y una historia parecida a la nuestra.

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