El peritaje psiquiátrico infantil, un gran desconocido que puede ayudar a muchas familias
Imagina que un niño tiene comportamientos que nadie entiende del todo. La escuela no sabe cómo ayudarle. Su familia está confundida. Y en medio de todo esto, hay un juicio o un proceso legal que necesita respuestas claras. ¿Quién puede ayudar a comprender qué le pasa realmente a ese niño y qué necesita? Esa es la función del peritaje psiquiátrico infantil, sobre todo cuando hay cuestiones de neurodesarrollo o situaciones complejas. En este artículo vamos a explicarlo todo, paso a paso.
¿Qué es un peritaje psiquiátrico infantil?
Es una evaluación médica y psicológica que hace un psiquiatra infantil, con formación en salud mental y desarrollo de niños y adolescentes. Su objetivo es obtener información clara y profesional que sirva como prueba en un proceso legal o judicial.
¿Cuándo se necesita?
Este tipo de peritaje se puede pedir en muchas situaciones. Algunas de las más frecuentes son:
- Custodia o separación de los padres
- Sospecha de abuso o maltrato
- Dudas sobre la capacidad del niño para declarar
- Conflictos escolares graves
- Adopciones o tutelas
- Casos de autolesiones o intentos de suicidio
- Diagnósticos de trastornos del neurodesarrollo (como el TEA o el TDAH)
Especial atención a los casos de neurodesarrollo
Los niños con condiciones como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el TDAH o la discapacidad intelectual suelen necesitar una mirada más experta. No todos los peritajes están preparados para comprender estos casos con profundidad.
Un buen peritaje especializado en neurodesarrollo sabe que:
- La forma de comunicar de estos niños puede ser diferente.
- Las emociones pueden expresarse de manera poco habitual.
- Algunos comportamientos tienen sentido si se entienden desde el funcionamiento del cerebro.
- No todo es «conducta»: muchas veces hay ansiedad, rigidez, hipersensibilidad o falta de comprensión social.
¿Quién puede hacer un peritaje psiquiátrico infantil?
Solo un profesional con formación en psiquiatría infantil y adolescencia puede hacerlo. Si, además, tiene experiencia en peritajes legales y en neurodesarrollo, mucho mejor.
El psiquiatra no solo conoce el desarrollo emocional y cognitivo del niño. También entiende los trámites legales y sabe cómo redactar un informe que pueda ser entendido por jueces, abogados y familias.
¿En qué consiste el peritaje?
El proceso suele tener varias fases:
1. Entrevistas iniciales
- Con el niño o adolescente (si tiene la edad y capacidad suficiente)
- Con los padres, tutores o cuidadores
- A veces, con docentes o profesionales que lo conocen bien
2. Revisión de informes previos
- Evaluaciones psicológicas
- Informes escolares
- Diagnósticos anteriores
- Registros de tratamientos o ingresos hospitalarios
3. Observación clínica y pruebas
- Evaluación del desarrollo
- Valoración emocional y conductual
4. Análisis de la situación legal
El psiquiatra analiza cómo la situación concreta (custodia, abuso, capacidad legal, etc.) afecta al niño y qué necesita para proteger su bienestar.
5. Informe final
Es un documento que recoge:
- Datos relevantes
- Valoraciones clínicas
- Conclusiones
- Recomendaciones
Este informe es entregado al juzgado o a quien lo haya solicitado.
¿Qué puede aportar un buen peritaje psiquiátrico infantil?
- Evita decisiones injustas por falta de comprensión del niño.
- Protege a los más vulnerables.
- Ayuda a identificar diagnósticos que habían pasado desapercibidos.
- Explica por qué un niño actúa como actúa, sin juzgarlo.
- Da claves concretas para mejorar su entorno y atención.
¿Qué ocurre si no se hace bien?
Un peritaje mal hecho puede tener consecuencias graves:
- Malentendidos sobre la conducta del niño
- Diagnósticos erróneos
- Decisiones judiciales equivocadas
- Mayor sufrimiento para el menor
Por eso, es importante que sea realizado por profesionales con formación específica y experiencia.
¿Qué diferencia un peritaje especializado en neurodesarrollo?
Un perito que conoce el neurodesarrollo sabe que:
- Un niño con TEA puede dar el perfil de estar bien o de que no sufre, pero está desorientado por dentro.
- Una niña con TDAH puede no recordar bien lo que pasó, no porque mienta, sino por su atención dispersa.
Estas diferencias pueden cambiar completamente la lectura de un caso legal. Por eso la especialización es clave.
Derechos del niño durante el peritaje
Un buen peritaje cuida siempre estos aspectos:
- El niño debe ser escuchado, pero nunca forzado.
- Se respeta su privacidad y dignidad.
- Se adapta el lenguaje a su edad y capacidad.
- Se vela por su bienestar emocional en todo momento.
Preguntas frecuentes sobre el peritaje psiquiátrico infantil
¿Puede pedirlo una familia o solo un juez?
Depende del país, pero muchas veces se puede solicitar por parte de los abogados o las propias familias, especialmente si hay informes contradictorios o dudas sobre el diagnóstico.
¿Cuánto dura el proceso?
Puede durar varias semanas, ya que implica entrevistas, revisiones de documentos y tiempo para redactar el informe.
¿El niño tiene que ir solo?
No. Normalmente va acompañado de sus padres o tutores. En algunos momentos se le puede ver a solas, si está preparado para ello.

Una herramienta que puede cambiar vidas
Un peritaje psiquiátrico infantil no es solo un papel para un juicio. Puede ser una puerta para entender mejor a un niño, para protegerlo y para darle lo que necesita. En especial, cuando hay condiciones del neurodesarrollo o situaciones complejas, contar con un profesional formado y sensible marca la diferencia.
Si conoces un caso así, o si eres parte de una situación en la que hay dudas sobre la salud mental de un niño, saber que existe esta herramienta puede ser el primer paso para ayudar.
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